Drama Queen

No estoy orgullosa de serlo. Me siento mejor persona reconociéndolo.
Todos lo sabían, los que realmente saben quien soy. Los demás sin embargo, pueden hablar, gritarle al viento sus verdades, pero para mi... nada vale. Y nunca nada va a valer.
Cabezadura no, a veces si un poco. Pero cuando el corazón te late a mil por segundo, muerto de dolor de angustia y de encierro de palabra, la fiera no pregunta extiende sus alas de murciélago y despliega la sangre de sus amores sobre las costas de la playa en un atardecer sangriento, por que no sabe otra cosa, no sabe hacer otra cosa cuando está furiosa.
Y llora, por su puesto que llora... parece un bicho raro excéntrico y lleno de odio hacia el mundo entero. Pero por dentro no sabe otra cosa que amar. El deseo que aprieta su alma entera contra su cuerpo y le prohibe matarse es su exuberante bondad escondida. No sabe otra cosa que amar. Amar, nunca entendí el verdadero significado de la palabra amar. La fiera tampoco entendió. Y nos fuimos muriendo de a poco... muy lenta y dolorosamente... muertas.